Shilla es uno de los reinos que forman parte de la etapa histórica llamada de los Tres Reinos, que abarca el extenso período que se extiende desde el siglo I antes de Cristo hasta el año 668. En este año el reino de Shilla realizó la primera unificación de la península coreana, sometiendo bajo su dominio los reinos de Kokuryo y Baekjae. El reino unificado de Shilla, sin embargo, no tuvo una vida muy prolongada, pues dos siglos después, en el año 935, fue vencido por un nuevo reino y dinastía: el de Koryo. El reino de Shilla estaba ubicado en la parte oriental de la península y su capital era Seorabol, la actual ciudad de Gyeongju. En las inmediaciones de Seorabol comienza la historia del milenario reino de Shilla...
En los orígenes había seis aldeas independientes que convivían pacíficamente. Con el transcurso del tiempo, fueron creciendo en población y superficie y su gobierno se fue dificultando y complicando cada vez más. Pronto sus jefes se dieron cuenta de que debían unificarse y elegir un rey que supiera gobernarlos con sabiduría. Para deliberar sobre este importante asunto, los seis jefes se reunieron en una planicie, lejos de las aldeas. Cuando discutían sobre quién sería la persona adecuada para convertirse en rey, observaron con sorpresa que una luz fulgurante como un rayo nacía de un monte boscoso de las inmediaciones. Movidos por la curiosidad se dirigieron hacia el lugar. Un precioso caballo blanco como la nieve estaba arrodillado en señal de reverencia ante un enorme huevo de color rojo intenso. Al descubrir a los recién llegados, el caballo lanzó un fuerte relincho y desapareció rápidamente entre las nubes. Los jefes de las aldeas rompieron el cascarón del huevo y encontraron dentro un niño varón. Lo bañaron en un río cercano y descubrieron que tenía hermosas facciones y que su cuerpo despedía una luz tenue. Convencidos de que se trataba de la respuesta del cielo a sus deseos de tener un rey, criaron al niño con muchos cuidados. Le dieron el apellido de Bak por la forma semejante a una calabaza que tenía el huevo de donde nació y asimismo le dieron el nombre de Hyeok Keo Se, que significa “el que gobierna con claridad”.
El mismo día en que fue descubierto el niño, unos aldeanos vieron que un enorme dragón buscaba abrigo en el interior de un pozo. Al asomarse con curiosidad, presenciaron cómo nacía una niña por debajo de su ala izquierda. Después de dar a luz, el dragón voló lejos y los hombres sacaron a la niña de las aguas del pozo. Con sorpresa descubrieron que si bien era semejante a un ser humano en todo lo demás, tenía un pico en lugar de boca. Algunos opinaron que era un engendro, pero otros, compadecidos, llevaron a la niña a bañar a un arroyo. Allí, al tomar contacto con el agua, se le desprendió el pico y se manifestó en toda su hermosura. La llamaron Ah Ryong, como el nombre del pozo donde nació, y la criaron junto a Hyeok Keo Se, para que se convirtiera en el futuro en su esposa. Los niños crecieron juntos y cuando cumplieron 13 años, fueron casados y coronados como reyes. El nuevo reino fue llamado Shilla, que significa “bello reino del este”. Esto tuvo lugar en el año 57 antes de Cristo.
Hyeok Keo Se gobernó con sabiduría el reino de Shilla durante 61 años y a su muerte le sucedió su hijo He Nam. Su muerte también estuvo sembrada de sucesos sobrenaturales. Cuando expiró el último aliento, su cuerpo subió al cielo. Una semana después, sus restos mortales, divididos en cinco partes (brazos, piernas y tronco) cayeron del cielo sobre distintos puntos del reino. Los súbditos quisieron reunir los miembros desperdigados y llevar a cabo los funerales, pero apareció una enorme serpiente que lo impidió. No tuvieron más remedio que enterrar cada uno de los miembros en los lugares donde loss encontraron y construir cinco sepulcros diferentes sobre cada uno de ellos.
En los orígenes había seis aldeas independientes que convivían pacíficamente. Con el transcurso del tiempo, fueron creciendo en población y superficie y su gobierno se fue dificultando y complicando cada vez más. Pronto sus jefes se dieron cuenta de que debían unificarse y elegir un rey que supiera gobernarlos con sabiduría. Para deliberar sobre este importante asunto, los seis jefes se reunieron en una planicie, lejos de las aldeas. Cuando discutían sobre quién sería la persona adecuada para convertirse en rey, observaron con sorpresa que una luz fulgurante como un rayo nacía de un monte boscoso de las inmediaciones. Movidos por la curiosidad se dirigieron hacia el lugar. Un precioso caballo blanco como la nieve estaba arrodillado en señal de reverencia ante un enorme huevo de color rojo intenso. Al descubrir a los recién llegados, el caballo lanzó un fuerte relincho y desapareció rápidamente entre las nubes. Los jefes de las aldeas rompieron el cascarón del huevo y encontraron dentro un niño varón. Lo bañaron en un río cercano y descubrieron que tenía hermosas facciones y que su cuerpo despedía una luz tenue. Convencidos de que se trataba de la respuesta del cielo a sus deseos de tener un rey, criaron al niño con muchos cuidados. Le dieron el apellido de Bak por la forma semejante a una calabaza que tenía el huevo de donde nació y asimismo le dieron el nombre de Hyeok Keo Se, que significa “el que gobierna con claridad”.
El mismo día en que fue descubierto el niño, unos aldeanos vieron que un enorme dragón buscaba abrigo en el interior de un pozo. Al asomarse con curiosidad, presenciaron cómo nacía una niña por debajo de su ala izquierda. Después de dar a luz, el dragón voló lejos y los hombres sacaron a la niña de las aguas del pozo. Con sorpresa descubrieron que si bien era semejante a un ser humano en todo lo demás, tenía un pico en lugar de boca. Algunos opinaron que era un engendro, pero otros, compadecidos, llevaron a la niña a bañar a un arroyo. Allí, al tomar contacto con el agua, se le desprendió el pico y se manifestó en toda su hermosura. La llamaron Ah Ryong, como el nombre del pozo donde nació, y la criaron junto a Hyeok Keo Se, para que se convirtiera en el futuro en su esposa. Los niños crecieron juntos y cuando cumplieron 13 años, fueron casados y coronados como reyes. El nuevo reino fue llamado Shilla, que significa “bello reino del este”. Esto tuvo lugar en el año 57 antes de Cristo.
Hyeok Keo Se gobernó con sabiduría el reino de Shilla durante 61 años y a su muerte le sucedió su hijo He Nam. Su muerte también estuvo sembrada de sucesos sobrenaturales. Cuando expiró el último aliento, su cuerpo subió al cielo. Una semana después, sus restos mortales, divididos en cinco partes (brazos, piernas y tronco) cayeron del cielo sobre distintos puntos del reino. Los súbditos quisieron reunir los miembros desperdigados y llevar a cabo los funerales, pero apareció una enorme serpiente que lo impidió. No tuvieron más remedio que enterrar cada uno de los miembros en los lugares donde loss encontraron y construir cinco sepulcros diferentes sobre cada uno de ellos.
Fuente KBS WORLD
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